Montería es la capital del departamento de Córdoba, Colombia. Está ubicada al noroeste del país, a orillas del río Sinú, por lo que es conocida como la "Perla del Sinú".3 Con una población de 409.476 habitantes (según proyecciones del DANEen 2010)4 , de los cuales 318.493 personas viven en el casco urbano propiamente dicho. La Ciudad, es uno de los centros ganaderos, agroindustriales y culturales más importantes de la Costa Caribe colombiana. Es considerada la capital ganadera de Colombia, anualmente celebra la Feria de la Ganadería en el mes de junio. Es además, un importante centro comercial y universitario
De acuerdo con el escritor e historiador monteriano Jaime Castro Núñez (Historia Extensa de Montería, 2003), la historia de la ciudad se puede periodizar de la siguiente manera:Montería es la capital del departamento de Córdoba desde 1952, cuando se separó territorialmente del departamento de Bolívar. Los primeros intentos de su fundación datan de 1759 sobre las márgenes del río Sinú, pero su fundación oficial no se dio sino hasta 1777. La primitiva población fue bautizada por su fundador, don Antonio de la Torre y Miranda, con el nombre de "San Jerónimo de Buenavista".
Argumenta Castro Núñez en su libro, que durante la época precolombina el territorio que ocupa la actual Montería perteneció al cacicazgo de Finzenú. Sin embargo, las primeras noticias de un asentamiento urbano sólo llegan hasta mediados del siglo XVIII. Tres factores fueron decisivos en la organización del primer conglomerado social. Estos fueron:
Bentura Molleda, cacique de los tunucunas del sitio de Beturichí y Jaraguay, en las montañas de tierra firme del río Sinú, envió en 1759 un documento que fue presentado algobernador de Cartagena de Indias, don Diego Tabares. El 24 de enero de 1759 partieron cinco indígenas hacia Cartagena, permaneciendo dos años en dicha ciudad, con lo que causaron molestias a las autoridades. Después de tres años de espera, las autoridades no autorizaron la fundación del pueblo. Diez años después, el mismo grupo de indígenas propuso organizar otro pueblo para ser ubicado en "las monterías que llaman de Buenavista". Los indígenas, ahora capitaneados por Sebastián Alequenete, enviaron algobernador de Cartagena una carta en la que ofreció fundar un pueblo con otros indígenas el 4 de septiembre de 1772. La carta fue entregada por dos indigenas correos, el principal de ellos era Francisco Manuel de Molleda. Cinco años después, don Juan de Torrezár Díaz Pimienta, gobernador de Cartagena de Indias, comisionó a Antonio de la Torre y Mirandapara que se trasladara hasta las monterías de Buenavista. De la Torre y Miranda llegó a Montería a finales de abril de 1777 y el 1 de mayo de 1777 fundó oficialmente a Montería, dándole el nombre de San Jerónimo de Buenavista.
El acta de fundación, dice:Antonio de la Torre y Miranda llegó al sitio donde se ubicaba el rancherío de las monterías de Buenavista a finales del mes de abril de 1777. Se dio cuenta que las casas estaban construidas sobre montículos de tierra que sobresalían en un terreno anegadizo. Preocupado por dicha situación, trasladó la capilla de la montería, las cosas de valor y a sus habitantes a un lugar seco. La ciudad la edificó sobre la margen izquierda del río Sinú, en el sitio donde muchos años después se estableció el potrero de Las Lomas, de don Ramón Berrocal.
Cuando Antonio de la Torre y Miranda llegó al poblado de Montería, éste estaba ubicado en la margen derecha del río Sinú y él la reorganizó en la margen izquierda (en el lugar donde estuvo el potrero Las Lomas, de don Luis Berrocal), a "jornada y media río arriba". El pueblo permaneció en ese lugar por seis años, ya que en 1783 fue atacado e incendiado por un grupo de indígenas capitaneados por el zambo Manuel. Después de ese incidente, sus habitantes decidieron devolverse para el lugar original, en la banda derecha, donde está ubicada actualmente.
Después de la fundación y reorganización de la ciudad, sus habitantes y administradores fueron arrastrados por un letargo que estancó a la ciudad. De ahí que Montería no fue importante en la vida económica, política, académica e intelectual del país.
Este nombre se utiliza para describir un periodo que comienza a finales del siglo XIX y que se extiende hasta principios de la década de 1950.
En efecto, desde finales del siglo XIX Montería venía sufriendo transformaciones lentas y casi imperceptibles, pero con la entrada del nuevo siglo comenzó en Montería un despertar artístico e intelectual que se vio reflejado en la construcción, el florecimiento de la cultura, las artes, el deporte y la prensa. A nivel político-administrativo cabe anotar que en 1923, mediante ordenanza de la Asamblea de Bolívar, Montería fue elevada a la categoría de municipio. Uno de los episodios más sangrientos en la historia de la ciudad ocurrió durante los TPM, el domingo 1 de febrero de 1931, cuando fue incendiada por los conservadores en las elecciones para cuerpos colegiados de ese año.
Los hechos más sobresalientes de ese hito histórico, fueron:
Con la organización del departamento de Córdoba en 1952, se dio la explosión económica, cultural y social en Montería. La naciente capital departamental tuvo que ser readecuada para poder estar al nivel de una capital. Argumenta Remberto Burgos Puche (padre del departamento de Córdoba), que Montería fue elegida como capital en vez de Lorica porque aquélla ocupa una posición central en el territorio y porque en 1952 era la ciudad más próspera en el área del Sinú.
En las cuatro décadas que siguieron a su condición de capital departamental (1950, 1960, 1970 y 1980), la ciudad experimentó cambios de diversa índole que repercutieron en el modo de vida de los monterianos. Desde el punto de vista urbanístico, una de las principales transformaciones que experimentó fue el ensanchamiento y la expansión, aunque este proceso se dio sin planes claros de urbanización debido a la escasa visión de sus dirigentes y a la falta de compromiso.
Montería también experimentó cambios importantes a nivel económico y social, pero en el terreno político y administrativo permaneció rezagada respecto a las principales ciudades de Colombia. Durante algún tiempo un grupo de intelectuales estuvo gestando la idea de que a la ciudad había que repensarla y transformarla de cara al nuevo milenio, pero nada sucedió debido a la carencia esencial de políticos honestos y capaces.
Sin embargo, hacia el año de 1994 la población monteriana fue testigo de una segunda explosión en las artes, la prensa, la educación y la cultura y se dio lo que el historiador Jaime Castro denominó un Segundo Auge, equiparando dicha explosión a la que se dio en 1952 cuando Montería fue designada capital del departamento de Córdoba. En efecto, fue a mediados de los noventas cuando la familia Salleg fundó el diario El Meridiano de Córdoba, que ejerció una influencia capital en la ciudad. Además surgió una nueva generación de escritores y artistas que le aportó nuevas luces al estado de las artes locales. La construcción se disparó con el establecimiento de centros comerciales como Alamedas del Sinú y Plaza de la Castellana.
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